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I’m Rotting Inside
Chapter 1: Today is the first day of the rest of our lives.
“Ah, a propósito, ya no te amo como antes, Dy.” Esa frase terminaba la feroz carta que recibí de él, desconsolada lo leía lentamente, mientras lo veía tomar su moto y marcharse. Quizás para siempre. Lo bueno fue que no fue un cobarde y vino en persona a entregarme la carta e incluso esperó a que yo la leyera en frente de él, pero eso no disipaba el dolor fuerte que sentía en el pecho. Dylan se iba de mi vida para siempre y no podía hacer nada para evitarlo. Nada. Después de la fatal despedida, llego a mi casa. Donde siempre sé que hay alguien que me está esperando y que no me quería demorar tanto para no dejarla tanto tiempo sola, ella es Javierita y es la luz de mi vida y la será, porque mi hermanita de 5 años, siempre me hacía pensar que la vida no era tan terrible, como yo la exageraba. Quizás Dy fue sólo un amor de verano, y no tuve que tomarlo tan en serio.
- Hola. – Escuchaba la vocecita de Javi al abrir la puerta. – ¿Por qué te demoraste?
- Perdón es que Dy me llamó y…
- Siempre es Dy. –Dijo medio enojada medio en broma. – Siempre estás con él. – Era inevitablemente verdad, y siempre me sentía culpable por dejarla un par de horas sola.
- Te juro que esta es la última vez. – Me di cuenta que eso también se lo dije muchas veces.
- Siempre dices eso también. – Era bastante despierta para ser una nenita de 5 años.
- Javi. – Me agaché hasta quedar a su altura y puse la cara cuando la reto o estoy muy seria. - Dy y yo terminamos, ya no estamos juntos. – Y a pesar de querer evitarlo, una pequeña lágrima empezó a recorrer toda mi cara.
- Pero ya va a pasar, me tienes a mí. – Me dijo con su adorable sonrisa y con su manita secándome la lágrima que me recorría mi cara.
- Lo sé. – Asumí y luego la tomé y la levanté con mis brazos. – Ya, es muy tarde, vamos a la cama.
- Pero, quiero ver los monitos. – Reclamó.
- Los verás mañana.
Luego la dejé en su cama, la arropé, le conté un cuento y se quedó dormida. Inevitablemente me quedé un par de minutos mirándola y pensando. ¿Cómo he desperdiciado mi tiempo estando con un imbécil que apenas conozco, que con ella, siendo que soy lo único que tiene? Estaba mal, hecha mierda y al darme cuenta de todo me sentí peor. Y luego me fui a mi cama, tomé un libro llamado “Romeo y Julieta” y recordé de qué se trataba, que ya lo había leído y lo boté a la basura. No necesito estas cosas ahora. Decía en mi mente, recordando lo que pasó esta noche con Dy. Luego me acosté, prendí el televisor, estaba en MTV, daban South Park, me reí un rato, apagué el televisor y caí dormida.
Creo que de la tristeza, dormí como una tabla, y no me di cuenta cuando de pronto siento que Javi me zamarrea y me dice:
- Ya poh, ya poh, ¡despierta! ¡¡¡Tengo hambreeee!!! – Gritó.
- Ya voy… - Dije toda desganada.
Así empezaban todos los días, Javi se despertaba temprano y me despertaba a gritos para que le hiciera el desayuno. Quizás como ella yo pudiera tener ese hábito. Pero no estaba para eso, necesitaba algo en qué creer en qué sostenerme.
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